Hoy en día, sabemos que el tiempo no se detiene y que las asignaciones por las que debemos responder, en ocasiones, son abrumantes; a veces pareciera, que solo estamos pensando en la responsabilidad que hay sobre nosotros, corremos tan rápido como podemos, para ser efectivos, proactivos, para destacarnos y recibir nuestro salario, calificación o recomendación; a pesar de todo, parece como si el esfuerzo que realizamos no da, en ocasiones, los resultados esperados. Esto se da, porque priorizamos todo lo tangible que debemos desarrollar, sin prestar atención a la ansiedad o estrés que se acumulan, dentro de nosotros y cuando los medios no parecieran ofrecer alternativas para cumplir con lo pactado, entonces nos desesperamos, olvidamos la importancia de nuestra salud y hasta vivimos años, con el estrés visitándonos de manera constante.
No solo nos pasa en la edad adulta, esto puede acompañarnos desde la infancia, de hecho, en una publicación de la BBC NEWS llamada Así se decide la salud de nuestro cerebro antes y después de nacer, encontramos que, “si la madre es sometida al estrés, mientras se encuentra en estado de gestación, los niveles de cortisol aumentan (la hormona que es desencadenada por el estrés) y pueden ser transmitido al bebé a través de la placenta; esto afecta la salud mental y física del bebé en todas las etapas de su vida”.
La raíz del asunto
Ahora sabemos, que hemos lidiado con esta problemática desde la niñez, tal vez pienses que es demasiado tarde para corregirla, que te has acostumbrado tanto a ella, que sientes es parte de ti; sin embargo te voy a contar que afortunadamente, tu cerebro cuenta con la habilidad de cambiar tus hábitos por completo, gracias a la plasticidad neuronal (la posibilidad de crear conexiones neuronales nuevas); también hay ejercicios que te capacitan para combatir el estrés de manera activa, en esta ocasión, encontré un artículo llamado Reducir el estrés (técnicas de PNL) escrito por PNL Hoy donde “se recomienda cambiar el lenguaje de negativo a positivo, o disminuir la influencia de las sensaciones que nos producen las situaciones estresantes; incluso, puedes usar la respiración o buscar la manera de enfocar tu atención en algo que te relaje”.
Otras recomendaciones
Además, te voy a dar otros tips que me han sido útiles para bajar los niveles de estrés; caminar o realizar cualquier actividad física, te ayuda a despejar tu mente y dejar atrás las cosas que te preocupan; hablar de temas que te apasionan, con tus amigos, familiares, practicar mindfulness o meditación, ya que al centrarte en ti mismo-misma puedes hallar respuestas, para alcanzar tranquilidad; si adoptas hábitos como estos, te vas a dar cuenta cómo tu calidad de vida va a mejorar, puesto que a veces no nos damos el espacio para entender, la importancia de la salud de nuestro cuerpo y de las cosas que la deterioran.
Como te mencioné antes, hay maneras para cambiar las costumbres que has aprendido desde muy joven, tan solo con cambiar tus palabras, también tus pensamientos lo harán y por lo tanto, la manera en que reaccionas ante situaciones complicadas; puesto que puedes adquirir herramientas que te serán de utilidad para controlar tu cuerpo, mantener tu mente y corazón sincronizados; yo en lo personal, practico este tipo de actividades y hago uso de herramientas para entrenar mi mente, te las puedo enseñar con mis talleres de fluyendo ante la vida y somos lo que pensamos para que veas la vida desde otro ángulo.
Préstale atención a tu cuerpo, a los signos que te muestra de cómo está tu salud, el cansancio, de que consecuencias has debido asumir a causa de aquellas cosas, que hace falta controlar, verás cómo la comodidad, equilibrio y estado de ánimo positivo, te acompañaran en la vida, de manera constante.
