Hola, hoy quiero empezar con una experiencia personal; fíjate que por muchos años yo era una de las personas que vivía enojada, algo que representaba por el ceño fruncido en mi cara, y fue hasta que un amigo me dijo “Katia, sabes que vas a estar muy arrugada cuando tengas más años” que me di cuenta que me estaba mostrando de una manera que no quería y que no estaba haciendo uso de algo que me permitiría disfrutar aún más la vida, MI SONRISA, una herramienta poderosísima que desde que decidí usarla me ha permitido cambiar no solo mi vida sino también el mundo a mi alrededor.
Te cuento esto porque puede que pienses que eres de cierta forma, pero a veces las personas que comparten contigo ven en cada una de tus expresiones y formas de actuar algo diferente a como crees que estas siendo percibido. Ante esto te invito a que te pares frente al espejo y te preguntes cuál es la cara que le estás mostrando al mundo. Cuando me di cuenta que quería cambiar la forma como era percibida empecé a investigar y encontré que la risa y el reírte puede hacer que no solamente tu vida cambie, al igual que lo hizo conmigo, sino también que cambie la de los demás.
La risa y tu estado
Quizá esto sea algo de lo que ya te has dado cuenta cuando te dejas contagiar , por ejemplo, por el buen humor de una persona, especialmente cuando hay tensión o talvez estrés y esa persona sonríe diciendo algo, lo que hace que tu estado y el de los demás cambie. Y fíjate que no solamente como entrenadora en programación neurolingüística, sino como psicoterapeuta Ericksoniana, trabajando con otros, me he dado cuenta que una de las herramientas más maravillosas que el ser humano tiene y que le permite cambiar estados inmediatamente y conectarse de una forma diferente con los demás tiene que ver con la risa. Entonces para que tú también te beneficies de tu sonrisa y la uses para hacer de este lugar un mundo mejor, aquí aprenderás varios ejercicios.
¿Eres consciente de tu expresión?
Con hacer consciencia me refiero a que percibas cómo te estas mostrando a ti misma y a los demás, cuáles son tus expresiones habituales y qué es lo que estás reflejando a través de ellas. ¿Te ríes? ¿Es fácil para ti sonreírle a la vida a pesar de lo que esté ocurriendo en ella? Además de responder estas preguntas, algo que te ayudará montones es, como lo dije antes, que te mires en el espejo y revises cuál es la expresión que está en tu rostro. Y si quieres hacer más consciencia, en algunos momentos del día puedes parar y revisar como está tu cara, si esta con el ceño fruncido o si esta relajada.
Conéctate con lo bonito que hay en ti
La capacidad de sonreír es algo que tú, al igual que todo ser humano, posees. Entonces, una forma en la que puedes conectarte con la risa es poniéndote de pie frente a un espejo todos los días, durante cinco minutos y empezar a forzarla. Te estarás preguntando y ¿Para qué sirve eso Katia? Pues la magia de este grandioso ejercicio es que por serio que seas o creas ser, te sentirás mejor, especialmente si lo haces en un momento en el que no te estas sintiendo tan bien. Estudios muestran que sonreír, incluso sin ser totalmente verdadera tu sonrisa, puede mejorar tu estado de ánimo, reducir el estrés e incluso aumentar tu desempeño, teniendo en cuenta que cuando ríes así no te estés sintiendo genial, la risa te generará emociones positivas.
Talvez te parezca extraño este ejercicio, pero verás lo bien que funciona. Si te cuesta hacerlo al principio, antes de empezar puedes traer a tu mente algún momento en el que te hayas sentido absolutamente feliz, amado, satisfecho o poderoso. Así, tu sonrisa saldrá inevitablemente de forma genuina y verdadera.
Saluda con una sonrisa
Con el tiempo aprendí que para poder conectarme con la risa y que las otras personas lo hicieran también, lo único que debería hacer es sonreírle literalmente al mundo. Para hacerlo, basta que le sonrías a cada persona con la que te cruzas por la calle, en tu trabajo, en tu hogar o en encuentros virtuales, esto lo puedes acompañar con un saludo. Aunque algunos se quedarán extrañados, te darás cuenta de que muchos comenzaran también a sonreír. De esta manera, empiezas a sembrar cosas positivas en este mundo a partir de una transformación de tu rostro, energía y actitud.
Tu sonrisa y la felicidad
Fíjate que, de lo que sabemos hoy en día, cuando te ríes, tanto tus músculos faciales como tu sistema nervioso se relajan además de que se liberan en ti las hormonas de la felicidad, sustancias químicas que te ayudan a sentirte bien y a tener una actitud positiva. Esto significa que cuando estas conectado con una buena vibra, le ayudas a tu organismo a conectarse con la felicidad y el bienestar. Algo que hará que veas las situaciones de tu vida desde una perspectiva positiva.
El impacto que genera esto en tu entorno es increíble, pues tienes la posibilidad de contagiar a los demás de esa energía optimista y de mejorar tus relaciones increíblemente. Es así, como empiezas a construir un mundo mejor, más positivo y alegre, pues además de promover la felicidad, ayudas a cambiar el foco de atención, para mirar las circunstancias de la vida como aprendizajes y oportunidades de crecimiento.
El mundo esta necesitando cosas distintas y tú ya te has dado cuenta del poder que tienes para mejorar el lugar en el que te encuentras, pero fíjate que el primero que debe aprender a conectarse con la risa y a fluir de una forma diferente, eres tú mismo(a). A partir de esa conexión, vas sembrando esa semilla de emociones bonitas en cada una de las personas con las que compartes en tu diario vivir.
Recuerda: Tu sonrisa puede cambiar tu vida y puede transformar el mundo
