A diario, tomamos decisiones que determinan cómo será nuestro día, desde el momento en que nos levantamos de la cama, nos alimentamos, conversamos con personas y volvemos a dormir; son pequeñas elecciones que es necesario hacer, para cumplir con la rutina que nos permite obtener el dinero para sustentarnos, ir a la tienda para comprar el alimento, entre otras actividades que son determinantes para nuestro vivir.
Las decisiones, nos acompañan en todo momento, algunas se toman de manera inmediata, como el sabor de la bebida que vamos a tomar, o el almuerzo del restaurante que consumiremos en ese momento; mientras que otras, ameritan tomar días para pensar y usar la razón; por ejemplo, decidir qué carrera estudiar en la universidad, el próximo lugar de trabajo a elegir o tu compañero – compañera de vida, que estará contigo en los momentos más importantes de tu vida. Fíjate, que entonces hay momentos de mayor consciencia, en los que eliges qué acciones tomar, mientras que en otros dependes de las emociones que te impulsan a decidirte de acuerdo a un contexto específico.
Así que debemos comprender, que si todo el tiempo debemos realizar elecciones y de ellas dependen los resultados que obtenemos, debemos crear una mayor conciencia de los objetivos o deseos planteados en nuestro caminar, para que lo que venga a nosotros, mejore nuestras condiciones de vida, o que podamos crear un listado de lo que sabemos será de provecho para nosotros.
Las decisiones desde las emociones y la razón
Nuestra vida, se fundamenta sobre las experiencias adquiridas, al igual que nuestras perspectivas de la misma; no obstante, al hablar con nuestros allegados, tendemos a entender y guardar en nuestras memorias, las experiencias que ellos han adquirido, cómo vivieron cierto tipo de situaciones, o cómo superaron otras; tomamos en cuenta sus palabras, para cuidar que a nosotros no nos ocurran cosas similares y en ocasiones nos detenemos, con el fin de evitar un desenlace que podría causar situaciones complejas, esto también afecta las relaciones de pareja que podemos llegar a tener.
Te cuento lo anterior, al basarme en el artículo ¿Cómo tomamos decisiones? Entre la razón y la emoción de Belén González, donde se menciona que las predisposiciones mentales influencian las decisiones que tomamos. Pero debemos tener en cuenta, que tenemos la capacidad para atraer buenas cosas a nuestras vidas con el poder de nuestras mentes. Ya que, si hemos vivido algo que ha sido negativo para nosotros en el pasado, esto puede tomar un rumbo diferente, gracias a la experiencia con la que contamos en el ahora, por todo el camino que hemos recorrido.
Esto significa, que también a través de las predisposiciones que creamos en nuestra mente, condicionamos algunas de las decisiones que podrían traernos una gran satisfacción, o ayudarnos a obtener grandes beneficios, al invertir en las acciones de una multinacional o en un nuevo negocio, de bienes raíces. Es necesario entender, que la situación, el lugar y la decisión de cada quien traerá impactos diferentes así que, debemos aprender a decidir sin miedo, porque tenemos la capacidad de atraer todo lo que anhelamos. Hasta a la persona correcta para nuestras vidas, es una cuestión de confianza, y de reemplazar pensamientos negativos, por los que son buenos para nosotros.
También, quiero hablarte de las decisiones que dependen de nuestras emociones, porque como se menciona en el mismo artículo, las decisiones que tomamos también se ven influenciadas por nuestro estado emocional, es decir que, si un día nos levantamos con un estado anímico bajo, puede que las decisiones que tomemos no sean las mejores, porque tal vez nos dejemos llevar por el afán de zafarnos de una situación, que requiere de nuestra energía y tiempo, y lo más probable es que no tengamos la disposición de pensar en la mejor decisión; así que te recomiendo, que cada vez que debas tomar una determinación importante, procures hacerlo con “la cabeza fría” para que el desenlace de la misma te dé las cosas que necesitas para mantenerte estable.
Tiempo y equilibrio
Quiero, que al leer este artículo, puedas considerar la posibilidad de pensar más a la hora de elegir tu camino, porque una sola decisión te puede llevar muy arriba o te puede limitar, pero tú cuentas con inteligencia y la capacidad de diferenciar entre lo que te hará bien y lo que no, quizá tienes muchas preguntas en tu mente, de por qué también tus relaciones se han visto afectadas, pero tal vez no habías determinado la importancia de hacer las elecciones correctas; de igual manera, puedes contactarme para recibir mi terapia de pareja, que te ayuda a crear una mayor conciencia para que liberes el poder de tu inconsciente.
Para terminar, quiero mencionarte algo muy importante del artículo ¿Cómo toma decisiones nuestro cerebro? Donde se habla de que, aunque en ocasiones la mayoría de las decisiones que tomamos basadas en emociones no son la mejores, algunas de ellas sí lo son; al igual que las decisiones razonales, hay que hallar el equilibrio perfecto, para poder recordar, que, aunque hay “pequeñas elecciones” para hacer, también existen “grandes” que te pueden dirigir a un lugar u otro, así que busca siempre el equilibrio entre las emociones y la razón, para tener tus pies aterrizados y tu mente centrada.
