Tu cuerpo siempre te está mandando señales , todas las emociones que experimentas son sentidas primero en tu cuerpo, porque en él está lo que llamo de inteligencia somática, la primera que tuvo el ser humano y la que te permite elevar tus nivel de consciencia llevando a cambios de comportamiento que mejoran tu vida. Fíjate, además, que tu cuerpo tiene memoria, esto quiere decir que todas las emociones que has sentido a lo largo de tu vida, han sido memorizadas por tu cuerpo. Esto lo puedes ver, por ejemplo, cuando eres feliz; antes de siquiera decir que estás en ese estado, tu cuerpo ya ha adoptado una postura congruente a la felicidad.
Si, por el contrario, la emoción es la tristeza o el miedo, sucede exactamente lo mismo, tu cuerpo adopta la posición de esos sentimientos. Después de que la emoción se refleja en ti, ahí si tu pensamiento te dice “Estoy triste o alegre” según sea el caso. Pero quizá has percibido que a veces te desconectas de tu cuerpo y empiezas a funcionar solamente con tu inteligencia cognitiva, que es la inteligencia del pensamiento, aquella que esta entre el futuro y el pasado y se mueve a través de lo que cree que es su realidad. Muchas veces esta mente racional esta desconectada totalmente de tu cuerpo y es en ese momento cuando empiezan a aparecer inconvenientes.
Talvez en algún momento de tu vida has percibido que no sientes tu cuerpo. Esto suele ocurrir cuando de pronto estás tan comprometido(a) o concentrado(a ) con tu trabajo que se te olvida que tu cuerpo te está pidiendo comida; puedes hasta dejar horas enteras sin comer simplemente porque se te olvido. A veces, empiezas a tener algunas incomodidades en tu cuerpo y ni siquiera te das cuenta ¿lo has vivido? Esto ocurre porque estás totalmente desconectado(a) de él. Es ahí donde aparecen las enfermedades; el primer lugar donde se manifiestan los síntomas son en el cuerpo. Pero el hecho de que estés desconectado(a) hace que no los sientas o identifiques. Llega un momento en el que eres consciente de estas señales, pero cuando te das cuenta la situación está muy avanzada. Ahí piensas que lo que que podido ser sencillo se ha convertido en algo mucho más grave.
Para que esto no ocurra contigo y logres escuchar a tu cuerpo, hoy quiero que aprendas a identificar sus necesidades y a que seas consciente de eso de lo que de pronto en este momento no eres. Pero si crees que los inconvenientes generados por esa falta de conexión están avanzados, te invito a participar del taller “Tu poder creativo para la resolución de problemas”, en el que te enseño a trabajar de manera profunda tu mente somática.
Ejercicios prácticos que te ayudarán en el proceso
1) Respira
La respiración se marca en tu cuerpo, por eso te invito a que tomes uno o varios momentos al día para notar de dónde estás sacando tu respiración, si es desde tu pecho o si esta sale de tu vientre. Si estas respirando abdominalmente, entonces estas teniendo un buen proceso de respiración. Si, por el contrario, la estas sacando de tu pecho, a lo mejor esa respiración poco profunda te está generando ansiedad o falta de oxígeno, porque no lo estás trabajando de forma adecuada.
2) Escucha tu corazón
Otra forma de escuchar tu cuerpo es siendo consciente de los latidos de tu corazón e identificando cómo están. ¿Tu corazón está tranquilo, calmado o acelerado? Lo puedes sentir en diferentes momentos del día, colocando tus manos encima de él.
3) Recorre tu cuerpo
Encuentra el mejor momento para recorrer todo tu cuerpo, puede ser en las noches o en las mañanas. Lo que vas a hacer es empezar desde la punta del dedo más pequeño de tu pie izquierdo, pasando por los demás dedos, revisando cómo esta tu planta del pie y talones. Luego puedes empezar a subir, lentamente, determinando cómo se encuentra cada parte de tu cuerpo -tu columna vertebral, los dedos de tus manos, tus brazos, hasta que llegues a tu cuello y hombros.-
Después puedes hacer el mismo ejercicio con tu pierna derecha, sintiendo cada parte de ti con todo detalle. En la medida que lo vas haciendo puedes respirar y ser consciente de cómo se siente cada parte de ti, si tu cuerpo está relajado o quizá hay algún lugar en el que haya tensión. Si notas que hay algo que no es agradable para ti, te invito a llevar tu respiración a ese espacio para que lo vayas acomodando. Cuando haces esto, vas siendo consciente de cómo se va ajustando.
4) Utiliza tus emociones
Como te diste cuenta, las emociones se reflejan en tu cuerpo y quizá no habías sido consciente de ello. Lo que harás ahora para hacerlo un proceso consciente, es que vas a reconocer la manera como un sentimiento se produce en ti. Puedes identificar las emociones que tienes en este momento o las que vas sintiendo más adelante, y vas a notar cómo se siente en tu cuerpo cada una de ellas. ¿ Donde la sientes?. Por ejemplo, cuando estés triste, revisa como es tu mirada, la postura de tus hombros y columna vertebral, hacia donde está tu cabeza, etc.
Este ejercicio lo puedes hacer con cada una de las emociones que experimentes, es importantes que lo hagas una a una.
Todos estas prácticas te servirán para ser más consciente de tu cuerpo y de cómo este se conecta dependiendo de cada pensamiento y emoción que tengas o incluso de cada encuentro que tengas con alguien. Te darás cuenta que una vez que aprendas a identificar lo que tu cuerpo te dice, eso te va a servir para cambiar de estado y experimentar la emoción que quieres de manera consciente, por ejemplo pasando de un estado de tristeza a uno de alegría. Esto es algo que puedes aprender más rápido con las sesiones de Coaching Generativo, mi nuevo curso en el que aprendes a provocarle a tu mente estados potenciadores que te permitan crear un futuro positivo